Genuine Spain vuelve a explicarnos de forma más específica y a través de proyectos, qué es el turismo regenerativo y cómo funciona. Desde proyectos que abarcan la inclusión social, hasta proyectos que ponen el foco en el medio ambiente.
La sostenibilidad turística se asienta, crece y consolida como una auténtica alternativa de futuro para el sector. Hay iniciativas que van más allá, que no nacen con un fin turístico, pero que acaban siendo un reclamo por la autenticidad de su planteamiento y honestidad de sus objetivos. Estos proyectos surgen para recuperar un daño cultural, social y medioambiental. Proyectos regenerativos para los que convertirse en atracción turística ha resultado ser algo sobrevenido y acogido como una línea más de financiación para alcanzar la sostenibilidad económica.
La última bonitera vasca, llamada MATER y construida artesanalmente con madera, fue salvada del desguace para convertirse en un barco museo ecoactivo. Hoy, es un instrumento único de unión y transformación para sensibilizar e implicar a la sociedad en la conservación de nuestro medio ambiente.
El equipo de ITSAS GELA – AULA DEL MAR, asociación que se encuentra tras esta iniciativa, desarrolla actividades y experiencias transformadoras enfocadas en la sensibilización y educación ambiental. Ofrecen visitas ecoactivas, en las que es más fácil comprender la importancia no sólo de evitar que los residuos lleguen al mar, sino también de implicarse en la retirada de la basura marina, y visitar pesqueras en las que aprender sobre la sostenibilidad de la pesca tradicional y la importancia de realizar un consumo responsable para cuidar nuestros mares.
Cambiando Cantábrico por Mediterráneo, grandes defensores de la pesca tradicional son también quienes dirigen el PROYECTO SEPIA. Una iniciativa que nace con el ánimo de mejorar las condiciones de reproducción de los cefalópodos y repoblar las aguas del Empordà.
La sobreexplotación y otros factores han llevado a la población de sepia de estas costas a una situación crítica, que cuentan a su vez con graves afecciones medioambientales, económicas y sociales. Pescadores artesanales, biólogos y un buen número de colaboradores, además de trabajar en la concienciación tanto sectorial como social sobre la importancia de preservar los ecosistemas marinos, lo hacen también en la recuperación de la población de cefalópodos a través de una red de sepieros que es visitable.
Quizá la sepia sea uno de los ingredientes de km0 que emplean en MESCLADÍS. Otros, menos apreciables en paladar pero que dejan un inconfundible regusto a proyecto de alto valor social, son la solidaridad y el compromiso. Esta es una iniciativa de transformación social que impulsa, a través de su línea de trabajo ‘Cuinant oportunitats – Cocinando oportunidades’ la igualdad de oportunidades de incorporación al mercado laboral, como primer paso para llevar una vida alejada de la exclusión social, a colectivos vulnerables cuyos derechos humanos no están garantizados.
Lo hacen gracias a quienes acudimos a sus establecimientos para comer, cenar, tomar algo o contratamos sus servicios de catering, financiando así un programa de formación como camareros y ayudantes de cocina a personas, principalmente inmigrantes, con dificultades para acceder a un empleo digno.
Sin duda, como demuestran estos tres buenos ejemplos, el turismo puede ser una importante y útil herramienta regenerativa en manos de quienes tienen la voluntad de continuar avanzando en el cambio de paradigma.